Tú eres ese hombre

Tú eres ese hombre
"Entonces Natan le dijo a David"
"Tu eres ese hombre"
Se escucho una historia terrible.

Un hombre tenía muchas ovejas y vacas; Era rico y podía disponer a su antojo lo que deseara.
Tenía un vecino, un hombre común, que tenía una sola oveja; Y como era la única, la cuidaba con esmero

Y un día llega de visita a la casa del hombre un rico viajero. Y como era costumbre, el hombre rico decide hacer una gran comida para homenajearlo. Pero no quiso matar ninguna de sus ovejas, aunque tenía muchas, entonces tomo la única oveja que tenía su vecino, la mato e hizo la comida para el viajero

Hay una terrible injusticia en esta historia, despierta el odio hacia el hombre rico y la compasión hacia el hombre común.
A uno le costaría entender porque este hombre rico, que tenía tantos bienes y ganados, actuó de una manera tan ruin y miserable, es digno del más duro de los castigos
De esa manera reacciono David, el rey de Israel, cuando el profeta Natan le contó esta historia

David respondió muy enojado: A ese hombre hay que matarlo, y debe pagar cuatro veces el valor de la oveja. El rey estaba enojado, y su enojo era comprensible.
Pero en un segundo su rostro cambio cuando el profeta le dijo: Tu eres ese hombre, David había tomado la mujer de Urías, un soldado que estaba peleando por su rey en el duro frente de batalla.
David se había acostado con ella y cuando se entero que ella estaba embarazada mando llamar al marido y le dio una noche libre como recompensa.
El soldado fiel, en lugar de dormir con su mujer, se quedo haciendo guardia en la puerta del palacio, el no podía disfrutar de una noche libre, cuando sus compañeros estaban sufriendo en la batalla.

Así que David lo mando de nuevo al frente; con una nota para el General del Ejército que decía: Cuando ataque, en la posición más fuerte el enemigo dejen solo a Urías para que muera. Y así se hizo
Adulterio y asesinato, y David no se hacia cargo, seguía viviendo su vida como si no hubiera hecho nada, pero cuando escucho la historia de una simple oveja.
Su sentido de justicia se despertó y censuro al hombre rico.

Muchas veces actuamos como David, vemos el pecado, en los otros pero nunca lo vemos en nuestra propia vida, somos tan soberbios y ciegos que nunca nos hacemos cargo de las faltas que cometemos.
Es tiempo de pensar en tu vida y de analizar el estado de la misma, es tiempo de dejar de mirar los errores ajenos, y empezar a hacernos cargo de los propios.

Reflexión: Hacernos cargo, es una muestra de madurez espiritual.
Y sobre todo de esforzarnos por cada día por ser mejores seres humanos.

Dios te bendiga por siempre.